“No son las montañas lo que conquistamos sino a nosotros mismos”.
-Sir Edmund Hillary
Podría decirse que es una tradición o quizá un elemento cultural, las llamadas resoluciones de fin de año. Quién no ha realizado alguna vez una lista de compromisos y metas para iniciar un nuevo año, y se ha propuesto comenzar con el pie derecho? Las transformaciones son el resultado de los cambios, o metas.
Aunque podemos trabajar e iniciar metas en cualquier momento del año o etapa de nuestras vidas, ciertamente hay algo poderosamente atrayente en iniciar proyectos de vida al inicio de un año. Sin embargo, la realización de una meta o proyecto requiere no tan solo deseo, sino de compromiso y dedicación. Cuando emprendemos el camino de la transformación, ciertamente necesitamos establecer cambios en nuestra vida.
Las transformaciones personales van más allá de las metas iniciales al principio de un año. Sócrates dijo: “Para mover al mundo debemos primero movernos a nosotros mismos”. He aprendido que los cambios hacia la transformación implican: ¡movimiento! Como resultado, llegamos a la transformación. Por ejemplo: un cambio puede ser, el dejar un hábito que afecte nuestra salud, y reemplazarlo por uno positivo. Me he encontrado con personas que tienen deseos de mejorar sus vidas dejando malos hábitos e incorporando buenos hábitos, sin embargo las personas a su alrededor no creen en ellas, y llega el desánimo.
Creo que la batalla más ardua en el camino de la transformación, hacia una mejor versión de nosotras mismas, no es la crítica, o comentarios de los demás, sino nuestros pensamientos. Creo que la batalla más importante en el camino de la transformación, debe concentrarse en vencer, no a aquellas personas que nos desaniman a desistir de nuestras metas o compromisos de cambio, sino en nosotras mismas, está en la autodisciplina como medio para mantenernos enfocadas en nuestras metas y compromisos. Desde los 4 años de edad uso la poesía como medio de expresión.
Como declamadora, estoy consciente que la pasión por el arte y las letras son claves para la interpretación de la poesía. Me han preguntado en varias ocasiones, sí es la pasión por la poesía, lo que se desprende de mis interpretaciones; llegué a pensar que sí. Sin embargo, la respuesta es más compleja: la pasión, el compromiso y la autodisciplina. Le dedico tiempo a leer, a entender el significado de las palabras y a practicar. Es la pasión junto a la disciplina lo que da por resultado una excelente interpretación. Es una combinación de factores, así lo es el proceso de transformación.
Se requiere una combinación de elementos, no tan solo es desearlo es tomar acción para obtener resultados. ¡Efectuar cambios es un proceso! El cambio depende de ti.
No te desanimes si toma más tiempo de lo que esperabas o las personas no creen en tus metas. Lo importante es que tú creas en tí y en tus capacidades. Haz un compromiso con tus proyectos de vida. Celebra cada paso, recuerda: ¡cada día trae sus propias victorias y son tuyas! Aprende de cada experiencia y que tus logros hablen por sí solos. Los cambios son por tí y para tí, con ellos también ayudas a que otras personas se inspiren. Espero que hoy, que me lees te sientas motivada. Allí donde estas y como estas, comienza a dar el primer paso: ¡pensar que puedes lograrlo! ¡Adelante!
A continuación les comparto algunas de las actividades que he puesto en práctica para comenzar a establecer metas.
- Trabajo con mis pensamientos. Hago una lista diaria de al menos tres situaciones positivas de mi día. (Al inicio quizá reconocía dos ahora puedo llegara hasta 10 o más).
- Establezco metas a corto plazo (van desde un día hasta un año).
- Recuerdo cuál es mi motor (que me motiva) para dar ese cambio o para haber establecido esa meta.
- Practico la meditacion, reflexion, oracion.
- Valido mis emociones. Tomo mi tiempo en reconocer mis sentimientos, antes de tomar una decisión.
- Divido mis metas: personales, académicas, laborales, familiares
- Si no logro una meta en el tiempo propuesto, no la desestimo, sino que la reorganizo, y le doy más tiempo.
- Soy real conmigo misma.
- Reconozco mis límites y recuerdo que los cambios requieren: espacio, tiempo, transiciones, osea que es un proceso.
- Celebro mis pequeñas victorias diarias.
- Practico la gratitud.
- Tengo un “vision board”; visualizo mis metas, coloco el “board” en un lugar que pueda verlo a diario.
- Me rodeo de personas positivas.
- Practico la lectura.
Author Lcda. Keila C. Arismendi, M.A Published on Jan 12, 2020 at “Mujeres con Vision“
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