Por:©karismendi
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Escuché está historia hace mucho tiempo y quiero compartirla contigo. En un pequeño poblado vivía una mujer que se compró un vestido para una ocasión especial. Lo guardó con mucho cuidado, lo envolvió en papel, para conservarlo y lo colocó en una caja. Pasado los días, la mujer fue invitada al cumpleaños de una amiga, pero no se puso el vestido. Fue invitada a un bautismo, pero no se puso el vestido. Recibió invitaciones y surgieron actvidades durante días, semanas y meses ; pero ella no encontraba “su ocasión especial”. ¡Así pasaron años! Un día , el pueblo donde vivía la mujer, fue azotado por una gran tormenta que trajo mucha lluvia, tanto así, que las casas se inundaron; la de la mujer no fue la excepción. ¡ El agua llegó a niveles sorprendentes! Ella tuvo que dejarlo todo y salir de su casa para poder sobrevivir. Pasado unos días, cuando el agua se disipó, pudo llegar a su casa. Lo primero que buscó fue la caja con su vestido, el que había gurdado para una ocasión especial, pero lo que halló fue un vestido desecho, bueno, lo que quedaba de él. Ya no podía usarlo. ¡No tenía vestido para una ocasión especial….y se lamentó de haber esperado tanto!
Más allá del vestido, está historia nos plantea el deseo de ésta mujer por encontrar “su ocasión especial”. Al parecer dejó pasar muchas, porque no le vio el valor en su momento, a todo lo hermoso que estaba a su alrededor. ¡ La vida en sí, es la ocasión especial! Disfruta cada día de ella. El café con algún amigo, una caminata, una conversación, la lectura de un libro. A veces nos decimos: ” cuando los niños empiecen la escuela, cuando la terminen, cuando se casen, cuando tenga el ascenso, cuando termine de arreglar toda la casa, en fin, un” cuando”que parece eterno. Así postergamos proyectos, metas o sueños. ¡Tu mejor momento es ahora! Hoy disfruta cada detalle. ¡Tu vida es la ocasión especial! ¡Así que ponte tu vestido y celébrate! ©karismendi
Author Keila ArismendiPosted on September 20, 2016October 5, 2016